Crucial, la participación de las mujeres en el conflicto de Oaxaca
soledad jarquín edgar
México, D.F., 11 de diciembre (apro-cimac).- Seis meses de resistencia civil pacífica en Oaxaca. Un movimiento social emergente, en el que la participación de las mujeres ha sido crucial.
Protagonistas y partícipes de cientos de acciones políticas, de resistencia y de discusión; defensoras de los derechos de los familiares víctimas de violaciones a sus garantías individuales y voces alzadas contra la impunidad. Sin el aporte de las mujeres, este movimiento sería en número e importancia, sin duda, la mitad de lo que ha sido.
Las colonas, las indígenas, las campesinas, las maestras, las feministas, las amas de casa, las estudiantes, todas estas mujeres han ayudado a tejer la historia actual de esta entidad, que es también la historia de México.
Sus voces figuran en el libo Voces de la valentía en Oaxaca. Los testimonios de Patricia, Rosario, Florina, Ruth, Elvia, Alba, Catalina, Blanca, Meli y Maricela, son la síntesis de muchas mujeres que, a lo largo de la historia del país, acumularon los agravios no sólo de la pobreza y la marginación, sino de su condición femenina.
A esta historia ya antigua, que comenzó con la Conquista española, se suma ahora la atrocidad que vive Oaxaca desde mayo pasado. Empezó el pasado 14 de junio, día del intento de desalojo violento del plantón magisterial en el zócalo oaxaqueño. El hecho despertó el grito colectivo por los agravios acumulados.
“Las agresiones contra las mujeres son específicas: siempre amenazan con violarnos, con atacar a nuestros hijos: nos meten miedo para que nos salgamos de esto”, relata Patricia Jiménez, sindicalista universitaria y una de las fundadoras de la Coordinadora de Mujeres de Oaxaca, organismo que tomó Canal 9, donde mujeres “vinieron a instalarse a Radio Cacerolas y TV APPO”.
“Sabemos que corremos riesgos; que la represión es dura; que no es fácil luchar contra el gobierno que se ha mantenido en el poder con la fuerza de las armas, del dinero, de la impunidad; que mientras esté Ulises en el poder estaremos en peligro”, sostiene Patricia.
Por su parte, la profesora Rosario González Bazán cuenta que le mataron a su esposo y luego a su hermano, en crisis políticas anteriores. Es la voz del magisterio que relata cómo vivió la violencia del 14 de junio, cuando fueron reprimidos por elementos de las policías preventiva y la ministerial.
“Los policías entraron a mi cuarto en el hotel del magisterio. Me encañonaron y me gritaron groserías. Yo pensé: así como mi marido murió en la crisis de 1987, esta vez me va a tocar a mi”.
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